

Reencuentros, sonrisas y lágrimas en el regreso a Ucrania de prisioneros liberados por Rusia
Raquítico y con la tez cetrina, Konstantin Steblev habló con su madre por primera vez en tres años tras haber sido liberado en el marco del mayor intercambio de prisioneros realizado entre Rusia y Ucrania.
"Hola mamá, ¿cómo estás?", preguntó el viernes el soldado de 31 años, momentos después de pisar de nuevo suelo ucraniano.
"Te quiero. No estés triste. No ha sido culpa mía. Prometí que volvería sano y salvo", añadió, sonriendo pero con los ojos llorosos.
Steblev, quien fue capturado al inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, fue uno de los 390 presos liberados a cambio de 390 enviados de vuelta a Rusia en el primer canje celebrado el viernes.
Este sábado se concretó un intercambio de 307 prisioneros de guerra de cada país y el domingo se realizará otro con el objetivo de llegar a un total a mil personas liberadas por ambos bandos.
El intercambio de presos es el único resultado tangible de las negociaciones celebradas en Estambul entre rusos y ucranianos a mediados de mayo, el primer contacto directo entre ambos en tres años.
Steblev llegó con otros prisioneros a un hospital local en autobús. Cientos de familiares le esperaban en el lugar. "¡Felicidades!", gritaron, mientras algunos lloraban y cantaban.
En el viaje de regreso a Ucrania, Steblev contó a AFP que sintió emociones "indescriptibles". "Es simplemente una locura. Sentimientos de locura", describió.
- "En el séptimo cielo" -
Durante sus años de cautiverio, Steblev dijo que consiguió seguir adelante gracias a su esposa.
"Ella sabe que soy fuerte y que no voy a rendirme así como así", dijo, añadiendo que ahora sólo quiere estar con su familia. "Es mi prioridad absoluta", afirmó.
Después de eso, señaló que le correspondería a su mujer decidir los siguientes pasos. "Ella me lo dirá y me enseñará cómo actuar en el futuro", aseguró.
Delgados, cansados y un poco perdidos, los prisioneros liberados se sometieron a revisiones médicas en el hospital local.
Pero Olena y Oleksandr se quedaron fuera, abrazados a pesar de las cámaras que les apuntaban.
La pareja aseguró que llevaban 22 meses sin verse, desde que Oleksandr fue capturado por Rusia.
"Estoy en el séptimo cielo", dijo el hombre de 45 años en brazos de su esposa. Su sueño, de momento, es "comer (...) comer y pasar tiempo con mi familia", añadió.
- "Sé que no lo destrozaron" -
Cuando los autobuses llegaron al hospital, familiares de soldados corrieron hacia los liberados para mostrarles imágenes de sus seres queridos y preguntarles si los habían visto.
Algunas mujeres se marcharon llorando al no recibir ninguna noticia.
Algunos saben que sus familiares están encarcelados, pero otros siguen sin tener noticia alguna de sus seres queridos y esperan desesperadamente cualquier atisbo de información.
Momentos después de reunirse con su marido Andriy, Elia, de 33 años, abrazó la madre de un soldado que no tenía noticias de su hijo.
Cuando vio a su marido que no había visto desde hace tres años, Elia dijo que se le salió "el corazón del pecho". Lloró de alegría. "Llevaba tanto tiempo esperando esto", manifestó.
Elia piensa ahora en el futuro y desea tener un hijo con su marido.
Pero sabe que el camino hacia la rehabilitación será largo para él.
"Tiene una mirada vacía, pero sé que no lo destrozaron. Los chicos que estaban con él me dijeron que era muy fuerte", dijo.
Z.Neuhauser--SbgTB