Salzburger Tageblatt - ¿Por qué son una rareza los campeones consecutivos en el US Open?

¿Por qué son una rareza los campeones consecutivos en el US Open?
¿Por qué son una rareza los campeones consecutivos en el US Open? / Foto: Al Bello - Getty Images North America/AFP/Archivos

¿Por qué son una rareza los campeones consecutivos en el US Open?

El cansancio de final de temporada, el impacto del público, la ubicación del torneo: de los cuatro Grand Slam, el US Open es el que más dificultades ha planteado a los ganadores de los últimos años a la hora de defender su título.

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En la categoría femenina, la última tenista que ha conseguido dos coronas consecutivas en Nueva York es Serena Williams, campeona ininterrumpidamente entre 2012 y 2014.

En cuanto a los hombres, a pesar del largo dominio del trío Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic en el circuito, ningún jugador ha logrado imponerse dos años seguidos en Flushing Meadows desde que el suizo conquistó todos los torneos entre 2004 y 2008.

Una sucesión de ganadores que se explica por "pequeños detalles", según dijo el viernes en rueda de prensa el campeón vigente y número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner.

"Aquí tengo la impresión de que jugar de día o de noche cambia muchas cosas. Y, por supuesto, nos alojamos en la ciudad, lo que supone (hasta) una hora de trayecto" para llegar a la sede, señaló.

En el Abierto de Australia o Roland Garros -los otros Grand Slams junto a Wimbledon- las instalaciones son más accesibles.

Nadal reinó casi sin oposición en París entre 2005 y 2022, Aryna Sabalenka y Sinner han ganado recientemente dos títulos consecutivos en Melbourne, Federer y luego Djokovic han dominado Wimbledon durante mucho tiempo... pero el Abierto de Estados Unidos sigue siendo una excepción.

"No me sorprende demasiado", afirmó la estadounidense Madison Keys, sexta del ranking de la WTA.

"Antes del comienzo de cualquier torneo, tengo en mente 25 jugadoras diferentes que podrían destacar o ganar", añadió la campeona del último Abierto de Australia.

En el circuito femenino, "en Wimbledon ocurre más o menos lo mismo" que en el Abierto de Estados Unidos, observó su compatriota y número tres mundial, Coco Gauff, ya que ninguna ganadora ha revalidado su conquista en Londres desde Serena Williams, coronada en 2015 y 2016.

- "Gestionar al público" -

Sólidamente instalada entre las cinco primeras, pero sin haber ganado nunca un Grand Slam, Jessica Pegula (4ª) señaló que "hay muchos torneos sobre pista dura" a lo largo del año, a diferencia de las competiciones sobre tierra batida o hierba, que se celebran en breves periodos de la temporada.

Por lo tanto, no hay que ser un "especialista" para ganar una competición en esta superficie, afirma la estadounidense, lo que hace que el US Open sea más "abierto".

Pegula, de 31 años, también mencionó "la forma de gestionar al público", que en su concepto ha sido clave para impulsar el triunfo de un determinado jugador.

"No creo que sea (tanto) el caso de otros Grand Slam, quizá sea también un factor" que explique la dificultad de encadenar títulos en Nueva York, analizó.

Para Alexander Zverev, que a sus 28 años sigue buscando su primera conquista de Grand Slam, lo que está en juego es el lugar que ocupa el evento estadounidense en el calendario.

"Es el último Grand Slam de la temporada y el calendario no se ha aligerado" en los últimos años, sobre todo con la ampliación de la mayoría de los Masters 1000 a doce días en lugar de una semana, sostuvo el alemán.

Por lo tanto, "los jugadores están más cansados física y mentalmente", argumenta el número tres del mundo, que establece un paralelismo entre el US Open y el Masters 1000 de París, que se celebra a finales de octubre y principios de noviembre.

"Es el Masters 1000 más impredecible" de los nueve torneos de esta categoría, y "el calendario juega un papel importante" en esta incertidumbre, opina Zverev, vigente campeón en París.

Con su mirada de veterano del circuito, Gael Monfils, de 38 años, no se inmuta ante el baile de ganadores en Nueva York.

Desde 2008, Federer, Nadal, Djokovic (y Andy Murray) "se han puesto las pilas", sonríe el francés.

Al imponer su dominio en Wimbledon, en el caso de Federer y Djokovic, o en Roland Garros, en el de Nadal, el trío ha distorsionado la percepción de los seguidores, según Monfils.

"La gente tiene la impresión de que siempre ha sido así", cuando en realidad el Big 3 ha impuesto un dominio "anormal" en el palmarés de Grand Slam.

G.Gaertner--SbgTB